LA TRAGEDIA DE LOS CÁNONES. LA SALUD, EN UN SEGUDO PLANO, ¿O TERCERO?

 

Sin meterme en ámbitos de la psicología, puesto que no tengo competencias para ello; pero sí indagando en lo relacionado con la alimentación, os propongo que leáis una conversación literal entre mi amiga y yo. Y lo peor, es que este tipo de conversaciones las abordo muy a menudo.

- Tía, pues estoy de bajona. Ponme una dieta, ¿no?

- ¿De nuevo con esas? Siempre te digo lo mismo, tía. Te alimentas súper bien, haces deporte y eres una tía que no tienes malos hábitos…Además, tienes un cuerpo muy bonito y estás sana, con una analítica de 11, que es lo importante.

- A ver, si es verdad. Siempre estoy igual. Pero ¿sabes? Me he comprado una báscula inteligente. De ésas que te dicen todo lo relacionado con tu peso, grasa, músculo…

- Me temo lo que me vas a decir… A ver, ¿qué ha concluido ese aparato?

- Pues que me faltan proteínas de “no sé qué”, y que estoy en el límite de un peso peligroso.

- ¿Cómo? Aunque no me asombran nada esas contundentes afirmaciones que vienen de ese tipo de aparatejos.  

- Estoy todo el día montada en la báscula; día si, día también.

- Tía, intenta pensarlo de esta forma: eres una mujer sana, con una alimentación saludable (tomas verduras y frutas, tomas granos integrales, legumbres y nada de refrescos, alcohol, ni productos procesados). Si tú misma estás siempre con eso de que eres una “RealFooder”, no? Jejeje Además, haces dinámicas de ejercicio todos los días. Sales a correr y tonificas. Y eres de las que vas andando a todos los sitios. No tienes problemas de salud de ningún tipo y tienes un peso saludable que no te limita para nada, al revés, te acompaña…

Descansas bien. Y aparte, tiene una vida llena de amigos y buenas relaciones sociales.

¿Te va a fastidiar lo que diga un conjunto de cables que sólo lanzan datos de forma inconsciente y sin interpretación de un especialista?

- Ya...

- Pues eso, intenta rehuir de esa dinámica diaria de montarte en ese aparato. Que sólo te va a traer problemas graves que te van a direccionar a una mala relación con los alimentos y la comida.

- Ya…

 

No hay nada más que alegar. Sólo que por culpa de esta tendencia, focalizada más en los cánones de belleza que en la salud, nos transformamos en “presa fácil”…

Y hablo desde la experiencia.

COME SANO, MUÉVETE Y LLEVA UN CONTROL SALUDABLE, pero SIEMPRE CONSCIENTE e INFORMADO, NO MECANIZADO