Por pequeños pasos se empieza. 
Es cuestión de actitud y paciencia; cuestión de poner de nuestra parte, pero no sólo durante un periodo de nuestra vida que se denomine << un ratito>>, sino poner de nuestra parte para siempre. 
Se empieza apostando mucho, y se ha de seguir apostando más. 
Pero es curioso, porque cuando uno se da cuenta del efecto que tienen esos cambios, entonces es él mismo quién no quiere volver atrás. 

Por pequeños cambios se empieza...
...y se debe seguir con la conciencia de que todos esos cambios que se hacen, si perduran, harán su efecto en nosotros.
La conciencia de ese efecto aparecerá fácilmente, cuando nos demos cuenta de que nuestra salud mejora.

Así pues, ¡empecemos!

Empezaremos por el buen desayuno, siguiendo con las dos comidas a las que más mimos le damos. Y terminaremos con esas ingestas, llamadas media mañana y merienda; ésas que dan la nota para que todo se compense mejor.


Comentarios

Entradas populares